MÁS CERQUITA AL RIVER CAFE.

rcjpg-5IMG_1387 IMG_1388 IMG_1389 IMG_1393

En el momento que terminó mi semana de entregas no dudé en volver a la tarea probar nuevas cosas y ver que salía más o menos bueno de mi olla.

Desde hace mucho ando con un amor platónico por un restaurante en Londres llamado The River Cafe. Platónico por que no ha llegado aún el día en que he probado algún plato de este lugar. Normalmente me gusta idilizar todo lo que a simple vista me fascina pero rara vez me equivoco a la hora de calificar un lugar a ojo.

Siempre me ha parecido que los británicos tienen muy buena mano para preparar comida y no hablo de su cocina tradicional solamente sino para entender perfectamente como hacer un plato delicioso proveniente de cualquier parte del mundo. Al menos es lo que me ha eneñado Fox Life. Además, el haber sido el país con más de 70 colonias a través del mundo lo convierte innegablemente en un punto con una cultura gastrónomica gigantésca y muy colorida.

De cualquier forma no se necesita de mi juicio para describir a este como de los mejores lugares para comer que hay en la ciudad de Londres: El River Cafe es un restaurante de comida Italiana abierto en el año 1987. 10 años después se gana una estrella michelín, uno de los reconociemientos más importantes en el mundo del buen comer. Como si fuera poco, hace parte de los mejores restaurantes que uno debe visitar en todo el mundo en muchás de las guías gastronómicas mas importantes del momento y de aquí ha salido un grupo muy interesante de cocineros. Con nombrar a Jamie Oliver y April Bloomfield es suficiente.

Todo esto no hizo más que dejarme brutalmente antojado de lo que sería ir al River Cafe y no tuve más que prepararme un pedazito de este lugar en mi cocina.

La receta que escogí fué el linguine vongole: una pasta cuyo ingrediente principal son las almejas. Antes que nada, BAJO NINGÚN MOTIVO RECOMIENDO HACER ESTA PASTA SI NO SE ESTÁ COMPLETAMENTE SEGURO DE LA FRESCURA Y EL BUEN SABOR DE DE LAS ALMEJAS. Experiencia propia.

También me gustaría señalar que este es uno de esos platos que normalmente no salen bién al primer intento (si me equivoco mazal tov) pero una vez cogido el tiro no hay forma que no les quede ABSOLUTAMENTE  delicioso.

El proceso es el siguiente: Lo primero es revisar las almejas crudas. Todas tienen que estar con la concha completamente cerrada. Si alguna no lo esta uno debe tratar de cerrarla. Si no se cierra se bota a la basura.

Mientras se cocina la pasta en agua hirviendo con sal y SIN ACEITE, se pone en un sartén hondo bien caliente aceite de oliva con ajo al gusto de 1 a 4 dientes, con un manojo de perejíl liso bien picado. Sal y pimienta al gusto. Se agrega un pedazito de chile deshidratado o peperoncino al gusto (para mí, entre más mejor) y tomates cherry partidos a la mitad. Se mezcla hasta que el ajo empieze a dorarse e inmediatamente se pone en el sartén las almejas y una taza de vino blanco. Otra vez, se mezcla y se tapa el sartén. A los cinco minutos ya se deberían estar abriendo las almejas batiendolas con una cuchara constantemente hasta que ninguna quede cerrada. Se botan a la basura las que no abrieron al final.

A este punto ya la pasta esta lista, se seca con un colador y se mete en el sartén con las almejas y todo lo demás. Un poquito más de perejil liso y aceite de oliva y sin pensarlo se sirve de una,  así es que sabe bién bueno. Infaltable el buen pan para restregar la salsa del fondo del plato al terminar la pasta. Esa es mi parte favorita.

Nada más. La prueban y después de eso no hay nada.